Valentina Quintero dedicó una de sus crónicas publicadas en
El Nacional a su visita a La Tortuga en Semana Santa. Allí habló de la dinámica del lugar, de la posada Rancho Yemayé y también de los encuentros inesperados.
"Una tarde coincidimos con Daniela Aquatella (campeona de
kite) caminando con su tabla. 'Se me acercó una pareja a preguntar si daba clases de
kite. Les conté que estoy haciendo la travesía de los vientos. Vuelo de un sitio a otro por toda la costa. Por eso estoy aquí. Mañana quiero ir hasta Herradura. El señor me ofreció hacerme un retrato. Dijo que era fotógrafo. No hice mucho caso. Cuando se iban le pregunté su nombre. Imagínate... era Roberto Mata'. En eso Roberto le dice desde un dingui: 'Espérame en los ranchos. Ya es la hora'. Un acto de generosidad y un gesto de asombro se unen para regalarnos una hermosísima sesión fotográfica el jueves a las 5:30 pm, con el fondo de un rancho de pescadores semiderruido, en pleno contraluz, un sobrino que dispara el flash, una cuñada que observa, su esposa que ayuda, nosotros que tomamos fotos y un par de pescadores que se acercan y posan sin saberlo mientras lanzan sus redes. Daniela está subyugada con su retrato. Roberto se lo hará llegar cuando ambos regresen a tierra firme", escribió.
Y así fue. Una vez en tierra firme, Roberto cumplió su promesa y les envió las imágenes de aquella tarde.
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Autor: Roberto Mata |
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Autor. Roberto Mata |
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Autor: Roberto Mata |
Qué bella la primera foto! Mi favorita!
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