"No me han detenido por suerte y correr rápido. Siempre tienes que tener pensada una estrategia de salida, a pesar de que solo estés documentando. He estado a punto de que me detengan en dos ocasiones, la mas cercana fue una camioneta de la GNB (Guardia Nacional Bolivariana) que me frenó justo enfrente y dos guardias se bajaron. Logré pasar entre ellos y seguir corriendo por las calles de Chacao, hasta que me dejaron de perseguir.
No soy fotógrafo periodista, así que trato de no utilizar mi equipo de trabajo para las manifestaciones, se han tornado tan violentas y agitadas que prefiero trabajar con una cámara mas pequeña y cómoda. Utilizo una Nikon D80 con un lente 24 - 85mm.
El modus operandi de los enfrentamientos ya se ha vuelto casi una rutina. Suelen comenzar con una 'negociación' entre estudiantes y Policía Nacional sobre el terreno que puede ser avanzado; suelen no llegar a nada, hasta que un alguien pierde la paciencia y lanza la primera bomba o la primera piedra y comienza. Se siente tensión, resentimiento entre los bandos y, si te soy honesto, miedo. Miedo, y mayormente, del lado de la Policía Nacional.
Los estudiantes sienten que están del lado correcto, que están luchando por algo que ellos creen fielmente. Del lado de la guardia, y puede que esté equivocado, siento división, siento que muchos solo están ahí haciendo su trabajo porque no se pueden dar el lujo de perderlo o por las consecuencias que traería no acatar dichas ordenes, pero no todos están convencidos de que están del lado correcto.
Mi instinto primordial y rol en este proceso es tomar la foto; están quienes están para socorrer. Dentro de los mismos manifestantes existe una camaradería impresionante: si uno cae, no falta quien lo ayude. Si llega el punto en el que la guardia no diferencia entre fotógrafos y manifestantes, al igual que los manifestantes, corres o te llevan.
Mis opciones son hacer esto o pretender que todo está bien y continuar con mi vida cotidiana, como si nada, y no sabría cómo vivir con mi conciencia. La falta de medios de comunicación reportando los sucesos en Venezuela es tal, que creo que muchos fotógrafos independientes nos sentimos obligados a salir la calles e ilustrar los sucesos por las redes sociales y medios en los que se nos permite".
Mi instinto primordial y rol en este proceso es tomar la foto; están quienes están para socorrer. Dentro de los mismos manifestantes existe una camaradería impresionante: si uno cae, no falta quien lo ayude. Si llega el punto en el que la guardia no diferencia entre fotógrafos y manifestantes, al igual que los manifestantes, corres o te llevan.
Mis opciones son hacer esto o pretender que todo está bien y continuar con mi vida cotidiana, como si nada, y no sabría cómo vivir con mi conciencia. La falta de medios de comunicación reportando los sucesos en Venezuela es tal, que creo que muchos fotógrafos independientes nos sentimos obligados a salir la calles e ilustrar los sucesos por las redes sociales y medios en los que se nos permite".
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