En tierra de nadie: Ricardo Gómez-Pérez

"No me atrevo a llegar cerca de los guardias. No soy fotógrafo de prensa. Soy más un fotógrafo de retratos, editorial y publicidad, así que ando sin equipos anti motín ni credenciales. Trato entonces, más bien, de quedarme en zonas de bajo riesgo y hago contacto con algunos manifestantes o les pido permiso para hacer retratos o tomas en la cuales no se delate su identidad.


Uso una camarita pequeña para pasar más desapercibido. Una Canon G12 que tiene un lente que va desde 30mm hasta 120mm y me llevo varias tarjetas de memoria. Ella me permite hacer retratos cercanos y también tiene un pequeño tele para tomas más lejanas. Es una camarita algo limitada, pero fácil de llevar encima y yo le logro sacar provecho en estas circunstacias.

La cámara nunca la suelto aunque, algunas veces por temor y otras porque me han pedido que no los fotografíe por miedo a ser delatados, debo bajarla. Hace unos días pensaron que yo era un infiltrado y salí ileso, con suerte logré convencerlos de que yo hacía fotos en las que no se delatara el sujeto. Dejé de ir un par de días, pero luego volví, al sentir la necesidad.

Llevábamos muchos días toda mi familia y yo encerrados en casa, así que pensé en qué podía hacer por esta causa. La única manera que conozco: Tomar fotos, tratando de aportar algo a esta lucha tan desigual que vivimos".

Ricardo Gómez-Pérez - Fotógrafo