En tierra de nadie: Alejandro Cegarra

"Con los protestantes al principio fue delicado, estaban algo preocupados por las cámaras, pero ahora es solo cuestión de estar ahí con tus credenciales, por si acaso preguntan. Algunos son amigos y ya han regado la voz de que trabajo para un medio internacional.

Ambos bandos se criminalizan mutuamente. Se siente ya como la rutina de una pelea sin un final cercano.

Creo que he tenido suerte de no estar en el momento equivocado, en el lugar equivocado. Cuando a mi alrededor no veo otros fotógrafos mucho mas experimentados, sé que estoy donde no debería estar; hay que moverse en grupo para estar más seguro.

Estoy usando dos 5D Mark II, una con un 16-35 y la otra con un 50mm fijo. Me peleé con el teleobjetivo 70-200 porque siento que las fotos son planas y, ademas, pesa mucho.

He tenido que bajar mi cámara para ayudar a alguien y varias veces, incluso, he prestado mi máscara de gas. Recuerdo cargar a una chica que nadie ayudó; estaba semi-inconsciente, la dejaron abandonada en el piso y tuve que cargala, no podía dejarla atrás a la merced de la Guardia Nacional. Nunca supe quién era.

No he tenido que bajar mi cámara por temor, pero sí para defenderme de alguna persona que me creyó infiltrado, al principio.

Son muchas las razones por las que hago esto, pero si tuviese que decir algunas serian: porque amo lo que hago, porque necesito decir qué pasa en mi país y, si no lo hiciera, no pudiese dormir por las noches".

Alejandro Cegarra - Fotógrafo