Tuve muchos encuentros en los planes previos a la exposición pero, en especial, uno, que es todo un tema para mí. La frágil capa de la infancia, un reencuentro con una manera de sentir olvidada, que me volvía a mostrar las pequeñas cosas, a pesar de que la pintura me mantiene cerquita la mirada y el espíritu lúdico que ha sido fundamental en el desarrollo de mis imágenes. De igual manera el universo de la infancia va quedando soslayado, bloqueado capa tras capa de razón y sordidez de lo «real». La «contemporaneidad» ve con ojos torcidos temas muy personales, que puedan caer fácilmente en lugares comunes y con alguna razón, porque ameritan una fina maniobra y tratamiento dentro de las complejidades de las prácticas contemporáneas.
Ver a mi hija corretear por la casa me brinda pequeños instantes donde es posible develar el misterio que habita en los niños, cuando están viviendo en su casa de infancia. Con ello cierro ciclos y se abren otros, y sobre todo aclaro muchas emociones y obsesiones, inquietudes primitivas y tempranas llenas de magia y de creencias, de poesía y metáforas de las que se ha alimentado mi espíritu y que pueblan en códigos visuales mi imaginario".
Starky Brines escribe este texto a propósito de su exposición El papel del dibujo. Esta muestra se presenta hasta el 5 de julio en GBG Arts, espacio ubicado en la avenida principal de Prados del Este.
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