miércoles, 18 de diciembre de 2013

"Aarom, tres meses de fotografía", por Shantall González

Aarom, por Renato Valdivieso

La vida, en general, podemos dividirla en las cosas que nos gustan y las que no nos gustan. Probablemente, le dedicamos más tiempo a las actividades con las que nos sentimos identificados. En el caso del Proyecto Aarom, creado este año por Roberto Mata, el tiempo fue en sí una limitante, pues Aarom, este chico alto y delgado, tendría que absorber, le gustase o no, muchísimo conocimiento aplicado al arte, y en este caso específico, a la fotografía. Pero, ¿cuándo y cómo Aarom Montalvo se vio involucrado en este experimento?


La técnica es el procedimiento para obtener un resultado positivo en alguna actividad; en el arte, la técnica surge como un modificador de pensamiento. Este joven de 17 años vino desde Boconó estado Trujillo para aprender el contenido teórico y práctico de fotografía que, normalmente, se adquiere en un año, en tres meses, contados a partir del 9 de septiembre de 2013. Comenzó, simultáneamente, tres cursos la primera semana, con una cámara prestada, de su hermano, con la que debía desarrollar todo el proyecto.

Este joven, que apenas terminaba el bachillerato, se adentraba ahora en una disciplina desconocida, que comenzaba a las 9:00am y terminaba a las 9:00pm e incluía clases básicas y clases avanzadas en un mismo día. Aarom iba generando percepciones, hora a hora, iba creando perspectivas diferentes según cada curso: paisajismo, documentalismo, digital 1, 2 y 3, retrato, photoshop... Todos estos nombres pueden sonar sencillos, pero conllevan una complejidad y voluntad que debe asumirse con responsabilidad y dedicación para obtener los resultados esperados.

No sólo realizaba los cursos, también debía corresponder a los profesores con tareas semanales que resolvía en la escuela, donde ahora pasaba la mayor parte del tiempo. Su creatividad debía buscar en donde ni se imaginase para justificar cada asignación y tener el nivel que los talleres exigían.

Pero con seguridad todo el tiempo invertido, los almuerzos a la carrera, las críticas constructivas de sus profesores y toda la gente que conoció fueron para Aarom de gran valor. Esta experiencia afianzaría sus deseos de estudiar medios audiovisuales, ya que le ayudó a generar una visión más clara de la importancia y el valor estético de la imagen y las infinitas oportunidades que tenemos para usarla y aprender de ella.

El 2013 trajo a Aarom hasta Caracas. No sólo dejó la finca en donde creció, si no que se enclaustró tres meses en las paredes de una escuela de fotografía y amplió sus expectativas a futuro, como profesional y, quizá, como futuro fotógrafo del país.

2 comentarios:

  1. Creo que Aarom tiene todas las cualidades para ser un gran artista de la imagen pues es un apasionado de lo que le gusta ademas viene de unos padres artistas que lo apoyan y de un lugar precioso donde nacio y se crio. En una oportunidad fui a dar un taller de joyeria a unos estudiantes en su bella casa y posada y Aarom me sorprendio con sus proyectos y habilidades manuales.
    Exitos y un abrazo grande Aarom tienes todo para llegar lejos con el arte que has seleccionado como proyecto de vida.
    Duglas Pereira
    Maestro Orfebre.

    ResponderEliminar
  2. Este sipote de Aaron tiene además un tío poeta, que gozaría un puyero hablando y enterándose de su aprendizaje fotográfico, pero no me cuenta nada. Le deseo y le auguro un gran éxito, en efecto Juan y Gabriela son dos seres muy especiales, los quiero mucho a ambos. Dios te bendiga hijo !!!

    ResponderEliminar