martes, 12 de mayo de 2015

"TEMPUS FUGIT", por Mari Matouk


Yo era grande, tan grande como mi ego, hermosa por fuera y por dentro, con una esencia a frutos del bosque, bien peculiar. Con odio digo la frase que pensé que jamás repetiría: "Nada dura para siempre". La vida se encarga de afilar sus garras para arrebatar el deseo de eternidad, hasta en la muralla más resistente. A pesar de que era hermosa, el tiempo no dejó de transcurrir y fue dejando rastros firmes sobre mi cuerpo, como si quisiera destruir mi deseo de permanencia. Al principio, ellos se preocupaban por mí, estuvieron conmigo en cada instante, pero luego fueron tomando su camino, alejándose poco a poco. Estuve con ellos en sus peores momentos, los acogí cuando no tenían nada, fui su apoyo. ¿Por qué se distanciaron?


La soledad y la decadencia se van apoderando de mí, paulatinamente. Me abandonaron y eso me terminó de derrumbar; ahora solo soy parte de su historia. A veces me pregunto si ellos piensan en mí, como yo pienso en ellos. Estoy en un callejón sin salida, las emociones me abruman, no hay paz dentro de mí. Me siento abandonada, triste. Me atormentan los recuerdos, la presencia de quienes alguna vez formaron parte de mi vida. El tiempo no perdona, los años simplemente transcurren, y son severos. Ya no quiero verme en el espejo. Me voy desvaneciendo cada vez más rápido, el tiempo hace conmigo lo que quiere y yo, ya no puedo más.


Mari Matouk
...

Trabajo realizado durante el taller Fotografía escrita, dictado por Mílitza Zúpan en RMTF

No hay comentarios:

Publicar un comentario